Es la primera obra de Don Bosco, la cual hizo de su Oratorio un centro de atracción para sus jóvenes, donde con el juego y las sanas diversiones, los chicos podían encontrar la palabra que anima y forma en la vida, en este camino trazado por Don Bosco, se trabaja en base a su espiritualidad y la puesta en práctica de su carisma apostólico.
En el Oratorio participan niñas, niños, adolescentes y jóvenes, los días sábados y domingos en: grupos de formación personal y grupos de catequesis para los sacramentos de la Eucaristía y la Confirmación. La metodología es el sistema preventivo de Don Bosco, el objetivo prevenir situaciones negativas o deformantes brindando espacios de formación personal y espiritual, esparcimiento y recreación al estilo salesiano.